Madame, Monsieur, Cher(e)s ami(e)s et Cher(e)s camarades,
Señora, Señor, apreciados amigas y amigos, compañeras y compañeros
¿Cómo no indignarse ante la decisión del gobierno talibán, el 20 de diciembre, de cerrar las puertas de todas las universidades públicas y privadas a las estudiantes? Todo ello después de haber cerrado las puertas de las escuelas a las jóvenes y las de los servicios públicos a las mujeres que trabajaban en ellos, y de haber prohibido a las mujeres el acceso a los parques y a los baños públicos. Esto después de haber reprimido y asesinado a quienes se oponen a estas medidas retrógradas e incluso en las manifestaciones.
Y cómo no compartir la indignación del Movimiento Espontáneo de Mujeres Afganas ante el silencio y la complicidad de la “comunidad internacional” que, como ellas escriben, derrama “lágrimas de cocodrilo” sobre la suerte de las mujeres y las niñas de Afganistán.
Por nuestra parte nos sentimos orgullosas al difundir, en este segundo comunicado, la información que nos llega de Afganistán desde el 20 de diciembre, y en particular el relato y las fotos de las manifestaciones estudiantiles que tuvieron lugar tanto en Kabul, como también en muchas universidades provinciales.
La existencia y la actividad de nuestro Comité Internacional, constituido el 29 de octubre, están más que nunca justificadas para que la lucha del movimiento espontáneo de mujeres afganas se difunda lo más ampliamente posible. Y para que, siempre que sea posible, interpelemos a las autoridades de nuestros países – en particular de las grandes potencias- que concedan asilo incondicional a las mujeres y militantes más amenazadas.
¡Dé a conocer el Comité Internacional de Defensa de las Mujeres Afganas!
Christel KEISER,
secretaria nacional del Partido Obrero Independiente Democrático (Francia)
Rubina JAMIL
secretaria general de la All Pakistan Trade Union Federation (Pakistán)
El 29 de octubre, trabajadoras y militantes de diecinueve países, reunidas en la Conferencia Internacional de Mujeres Trabajadoras, informadas por el Movimiento espontáneo de Mujeres Afganas, decidieron formar el Comité Internacional por la Defensa de las Mujeres Afganas y lanzaron un llamado a unirse a él.
Desde entonces, se han afiliado miles de personas en Francia, Rumanía, Benín, Italia, Pakistán, Gran Bretaña, Alemania, Estados Unidos y México. Tú también puedes unirte al Comité Internacional para la Defensa de las Mujeres Afganas y correr la voz.
Únase al Comité Internacional


Manifestación es en Kabul, Parwan…
Los talibanes prohíben a las jóvenes estudiar en la universidad
En un decreto emitido el 20 de diciembre de 2022, el gobierno talibán de Afganistán decidió cerrar las puertas de todas las universidades, públicas y privadas, a las jóvenes afganas. El miércoles, cuando algunas estudiantes entraban en su última semana de exámenes y otras querían asistir a sus clases, la policía religiosa talibán les prohibió entrar en las universidades y asistir a clase.
Mientras el combate encarnizado y las manifestaciones proseguían por la reapertura de las puertas de las escuelas para niñas, del primero al sexto grado, que fueron cerradas por la misógina administración talibán, los talibanes no sólo ignoraron esta legítima reivindicación de las niñas y las jóvenes, sino que con su decreto también negaron el acceso a la educación superior.
Mojdeh Azim, estudiante de cuarto año en la Universidad de Herat, afirma: “Nunca he estado tan disgustada como cuando me enteré de que ya no se nos permitía ir a la universidad”. Sabra, estudiante de la Universidad de Kabul, se pregunta por qué el mundo entero calla ante la “opresión talibán” y no muestra ninguna reacción. “Es inaceptable para una joven mujer como yo, que vino aquí después de ahorrar dinero durante 16 años cosiendo bordados y tejiendo alfombras porque quería ser médico. Estudié con todo mi corazón durante cuatro años. Sólo me quedaba un año para terminar la universidad”. Sakineh Sama, estudiante de tercer año en la Universidad de Kabul, escribió en su página de Facebook que ya no le permiten entrar en la universidad “por haber nacido niña”. Y añadió: “Ser una joven mujer es un delito muy grave, y esta noche quiero maldecir a mi creador por haberme hecho así, miserable y humillada”.
En respuesta a esta decisión inhumana y discriminatoria del gobierno talibán, estudiantes de ambos sexos se manifestaron en distintas provincias, como Nangarhar, Kabul y Takhar, coreando: “¡Enseñanza para todos o para nadie!”; “¡Enseñanza superior, trabajo y libertad!”, “¡Compatriotas, uníos a nosotros!”, “¡La neutralidad es deshonrosa!”. En Kabul y en la provincia de Takhar, los talibanes reprimieron violentamente las manifestaciones de mujeres, golpearon a las manifestantes, les quitaron sus teléfonos celulares, dispararon al aire y detuvieron al menos a diez manifestantes y a varios periodistas. En la Facultad de Medicina de Nangarhar, los estudiantes varones, en solidaridad con las alumnas, abandonaron las clases y dejaron en blanco sus hojas de examen.
En los últimos tres días, más de sesenta profesores universitarios de Kunduz, Kabul, Kandahar, Takhar, Bamiyán, Nimroz, Herat, Balkh, Nangarhar y otras provincias han dimitido de sus cargos para protestar contra la decisión de los talibanes contra las mujeres, por considerar que servir a un régimen tan oscurantista y contrario a las mujeres es un insulto a su dignidad humana. Obaidullah Wardak fue el primer profesor que dimitió de su cargo en la Universidad de Kabul por la discriminación sistemática que sufrían las mujeres. Lleva diez años enseñando en la Facultad de Matemáticas de la Universidad de Kabul y afirma: “Antes había muchos problemas en el ámbito de la enseñanza superior, pero con esta última decisión de los talibanes, desgraciadamente no puedo continuar mi trabajo en estas condiciones y con este sistema”. Abdul Reza Motmaen, profesor de la Facultad de Agricultura de la Universidad de Paktia, que publicó su carta de dimisión en su cuenta de Facebook, afirmó que “trabajar en un entorno así es una traición”. Amir Arslan Khorasanpour, profesor de la Facultad de Periodismo del Instituto Fanous de Enseñanza Superior de Kabul, declaró: “Es una decisión que paraliza a la mitad de la sociedad. Estoy profundamente decepcionado por este comportamiento de los talibanes”.
Antes de tomar esta decisión, los talibanes ya habían impuesto castigos brutales e inhumanos a las estudiantes. Por ejemplo, imponiendo el uso del hiyab, la presencia de un mahram (un “tutor” según la sharia, ndlt) cuando se viaja, la separación de las clases de niños y niñas, la enseñanza de las alumnas sólo por profesoras, la especificación de días lectivos separados en la semana para niñas y niños, etc.

..Manifestación en Nimroz.
Mientras tanto, Zalmay Khalilzad, ex enviado especial de los Estados Unidos para Afganistán y uno de los firmantes del acuerdo de Doha de febrero de 2020 entre los Estados Unidos y los talibanes, calificó de “chocante e incomprensible” la reciente decisión de los talibanes de prohibir la enseñanza superior para las jóvenes mujeres. De hecho, Khalilzad sólo está derramando lágrimas de cocodrilo para engañar a los pueblos del mundo y a Afganistán, y con esta ridícula expresión de simpatía aún pretende justificar el acuerdo de Doha, por el que los Estados Unidos entregó el poder a este grupo misógino y oscurantista. Pero para las mujeres afganas, esta decisión de los talibanes no fue una sorpresa y era perfectamente previsible. A estas alturas, los gobiernos que apoyan al régimen talibán, que les dan cuarenta millones de dólares en ayudas cada semana, deberían tener claro que no se ha producido ninguna mejora en el modo en que los talibanes se comportan con las mujeres, los derechos civiles y las libertades políticas. Desde su regreso al poder en agosto de 2021, los talibanes han convertido Afganistán en un infierno para las mujeres. Los talibanes no tienen ningún plan para reducir la pobreza, crear empleo o proporcionar asistencia social a los necesitados, salvo mediante la aplicación de la sharia, la esclavización de las mujeres, la represión de toda expresión de justicia y el fomento de la violencia y el terrorismo.
El Movimiento Espontáneo de Mujeres Afganas, al condenar esta decisión y acción de los talibanes contra las mujeres, jura que las mujeres y las niñas de Afganistán no se someterán a ninguna represión y coacción talibán, sino que continuarán sus protestas y su lucha en todo Afganistán. Hacemos un llamamiento a los movimientos de mujeres y a los militantes por los derechos de las mujeres de todo el mundo para que se solidaricen con las mujeres de Afganistán en esta situación catastrófica e insoportable y apoyen la lucha por la justicia y la igualdad de las mujeres en Afganistán.
Movimiento Espontáneo de Mujeres Afganas,
22 de diciembre de 2022, Kabul, Afganistán

Las protestas de las mujeres afganas continúan y se extienden por todo el país
Tras la prohibición por los talibanes del acceso de jóvenes mujeres y niñas a las universidades y las escuelas, mujeres, jóvenes mujeres, estudiantes y jóvenes hombres expresaron su cólera y su oposición de diversas formas y comenzaron a protestar en todo el país el domingo 25 de diciembre de 2022. La consigna general de todas estas manifestaciones era “enseñanza para todos o para nadie”, lo que indica el nivel de concienciación y solidaridad del movimiento de protesta de la juventud afgana contra los talibanes. Paralelamente a las protestas callejeras, los estudiantes varones de al menos diez universidades de distintas provincias se declararon en huelga y se negaron a asistir a clase.
En las provincias de Parwan y Kapisa, las manifestantes lanzaron las siguientes consignas: “Enseñanza para todos o para nadie”, “Justicia, justicia, estamos hartas de ignorancia”, “Levántate, compatriota, reivindiquemos los derechos de la mujer”, “Las mujeres somos conscientes, odiamos la discriminación”, “¡Afganistán ha sido destruido, por orden de los talibanes!”
En la provincia de Nimroz, los manifestantes contra la prohibición del acceso de las mujeres a la enseñanza superior afirmaron que esta decisión no está justificada por la sharia ni por ninguna causa racional. Coreaban: “¡derecho a la enseñanza para todos!”.
En la provincia de Herat, las mujeres que manifiestan coreaban:
“¡No tengáis miedo, no tengáis miedo, estamos todas juntas!”.
Condenaron la acción misógina de los talibanes marchando por las calles de la ciudad de Herat. Pero los talibanes utilizaron sus fusiles y pistolas para reprimir a los manifestantes. En un vídeo difundido públicamente, se ve a uno de los talibanes intentando convencer a las manifestantes de que abandonen la manifestación y se vayan a casa, pero una manifestante replica valientemente que las mujeres llevan un año quedándose en casa y que no se ha resuelto ningún problema.
En otra acción de protesta, mujeres y niñas de la provincia de Herat, desde los tejados de sus casas, por la noche coreaban “¡La enseñanza es nuestro derecho!”.
En la provincia de Kabul, además de las valientes manifestaciones y las consignas como “Enseñanza, trabajo y libertad”, algunas jóvenes repartieron bolígrafos y cuadernos en la ciudad a los transeúntes como regalo, diciendo “No olvides que pudiste recibir una enseñanza”.
En otra protesta celebrada el domingo en la provincia de Kabul, un vídeo muestra a varias personas quemando fotografías de dirigentes talibanes y enarbolando una pancarta que decía “Ley, Justicia, Libertad” para protestar contra la exclusión de las jóvenes mujeres de la enseñanza.

El rechazo de los estudiantes varones

Manifestación en Nangarhar.
Asimismo, el domingo, estudiantes de cuarto curso de la Facultad de Economía de la Universidad de Kabul escribieron en una carta de protesta que “luchar contra las decisiones discriminatorias es nuestra responsabilidad” y que han decidido “no asistir a clase hasta que se abran las puertas de la universidad a sus hermanas”. En la carta de protesta, dijeron que temían que la decisión de los talibanes provocara una grave crisis educativa en Afganistán y destruyera el
futuro de varias generaciones. Mientras tanto, en su carta de protesta, los estudiantes de cuarto curso de la Facultad de Ingeniería de Planificación Urbana de la Universidad de Kabul anunciaron que boicotearían sus clases hasta que las jóvenes mujeres volvieran a las universidades y calificaron de “injusta e ilegítima” la decisión de los talibanes de prohibir la enseñanza a las jóvenes mujeres.
Los estudiantes de medicina de la Universidad de Herat y los de la Facultad de Economía de la Universidad privada Ghalib anunciaron que no asistirían a sus clases en solidaridad con las jóvenes alumnas.
Igualmente, en la provincia de Balkh, los estudiantes varones de la Facultad de Informática declararon que no asistirían a clase hasta que se reabrieran las universidades a las jóvenes.
Como prolongación de las protestas, los estudiantes de la Facultad de Geología y Minería de la Universidad Politécnica de Kabul también se unieron a los manifestantes, y en su declaración calificaron de “apartheid ente los sexos” la prohibición de la enseñanza para las mujeres.
Un grupo de estudiantes varones del Instituto Afgano de Altos Estudios de Pamir, en Kabul, protestaron contra la prohibición de la enseñanza superior para las mujeres y abandonaron la sala de exámenes, sin participar en la prueba.
Sin embargo, en la provincia de Kandahar, el sábado, cuando las estudiantes de la Universidad Mirwais Nikah planeaban boicotear su examen y abandonar la universidad para protestar contra la prohibición de la enseñanza superior para las mujeres, los talibanes lo impidieron y las golpearon.
Durante las protestas de mujeres y jóvenes en las provincias de Nangarhar, Kabul, Takhar, Herat, Kandahar, Balkh, Parwan y Kapisa, decenas de manifestantes fueron golpeados y heridos, y docenas más fueron detenidos por los talibanes y trasladados a lugares desconocidos.
Movimiento Espontáneo de Mujeres Afganas,
25 de diciembre de 2022, Kabul, Afghanistán