
El 15 de enero de 2023, en Kabul, Mursal Nabizada, militante por los derechos de las mujeres y ex miembro del Parlamento de Afganistán, fue asesinada en su domicilio por un “desconocido”. Su hermano de 17 años también resultó herido. Tras el regreso de los talibanes al poder en agosto de 2021 y la disolución del Parlamento de Afganistán, ella había dimitido y vivía en Kabul. Criticó al régimen talibán por su política contraria a las mujeres, oscurantista y antidemocrática. Apoyó el Movimiento Espontáneo de Mujeres Afganas, que lucha por la educación, el trabajo, la libertad y los derechos de la mujer. Antes de su muerte, Nabizada había expresado en repetidas ocasiones a sus amigos y a organizaciones nacionales e internacionales de defensa de los derechos de la mujer su preocupación por su seguridad. Lamentablemente, ninguna organización de derechos humanos ni ningún país que afirme defender los derechos humanos y de las mujeres ayudó a Nabizada a tiempo, antes de que fuera asesinada.
Tenía 32 años y procedía de Nangarhar, provincia del Este de Afganistán. Fue directora de escuela y participó en diversas actividades sociales antes de ser elegida diputada al Parlamento de Afganistán.
Desde que los talibanes regresaron al poder y adoptaron políticas misóginas contra las mujeres y los intelectuales afganos con estudios, sus servicios de inteligencia, presentados como “individuos desconocidos”, han asesinado a decenas de mujeres y encarcelado y torturado a centenares más. Por un lado, los talibanes privan de educación a las mujeres y a las niñas. Al cerrar escuelas e instituciones educativas para las jóvenes y negarle el acceso a la universidad, se aseguran de que crezcan sin saber leer. Por otro lado, las mujeres con estudios superiores que defienden sus derechos son asesinadas por los talibanes, que eliminan toda resistencia a su dominio. Invocando sus creencias religiosas, los talibanes cuestionan la humanidad de las mujeres y les niegan cualquier derecho humano o civil.
El Movimiento Espontáneo de Mujeres Afganas condena enérgicamente el despreciable asesinato de Mursal Nabizada y responsabiliza de este asesinato al régimen misógino de los talibanes. El régimen talibán organiza la exclusión sistemática de las mujeres de las distintas esferas sociales y promueve la violencia, formalizando un régimen de apartheid contra las mujeres. Esto conduce a un aumento de la violencia contra las mujeres, tanto en la familia como en la sociedad.
El Movimiento Espontáneo de Mujeres Afganas hace un llamamiento a las organizaciones de defensa de los derechos de la mujer, a las organizaciones de derechos humanos y a las fuerzas progresistas de todo el mundo para que apoyen la valiente lucha de las mujeres y niñas de Afganistán contra el régimen teocrático y misógino. No deberíamos ser espectadores de los asesinatos, encarcelamientos y torturas de mujeres a manos de los talibanes. Actualmente, cientos de mujeres intelectuales se manifiestan contra la política de los talibanes y tienen que esconderse porque su seguridad está, de hecho, amenazada. Corren el riesgo de correr la misma suerte que Mursal Nabizada. Necesitan vuestra ayuda y acción inmediata hoy, porque mañana puede ser demasiado tarde.
Movimiento espontáneo de mujeres afganas,
18 de enero de 2023,
Kabul, Afganistán
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